El lunes 20 de noviembre dirigentes de los partidos que se agrupan en el denominado Frente Ciudadano por México se presentaron en las instalaciones del INE para manifestar su intención de coaligarse y contender juntos en las elecciones federales del 1 de julio del 2018. Es un acto que proyecta diversos escenarios para sus dinámicas internas de cara a la selección de candidaturas a la Presidencia de la República, senadores y diputados.
La plataforma electoral presentada ante el INE, es producto de consultas al interior del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, un documento procesado conforme a sus propias normas estatutarias y al mandato de la legislación electoral, donde se establecen etapas concretas para el desarrollo de los procesos comiciales, en este caso del ámbito federal. Justamente hoy estamos en una etapa que es el registro de las y los aspirantes a obtener candidaturas independientes.
Más adelante, arrancará la etapa relativa a precampañas, en donde, apegados a sus propias reglas y a la legislación vigente, los partidos políticos seleccionarán a sus respectivos candidatos a los cargos de elección popular a nivel federal. A más tardar el 14 de diciembre, las coaliciones deberán registrarse formalmente ante el INE y exponer sus métodos para la designación de abanderados. Este procedimiento se irá hasta el mes de febrero del año entrante.
Las alianzas entre organizaciones políticas con diferencias ideológicas o programáticas son una alternativa legítima en democracia, parten de una lógica que apuesta por fortalecer las coincidencias y sumar fuerza para impulsarlas en un contexto electoral específico o proyecto conjunto de mayor alcance.
En regímenes parlamentarios las alianzas son obligadas para definir al titular del poder ejecutivo, y eso no implica renunciar a las diferencias, sino construir acuerdos a partir de agendas comunes que reconocen la pluralidad, la existencia del otro. En nuestro país, el artículo 88 de la Legipe establece que la figura de la coalición se da cuando dos o más partidos políticos acuerdan lanzar candidatos comunes a diversos cargos electivos, pueden ser coaliciones totales, cuando el convenio suscrito prevé candidatos conjuntos en todos los puestos en disputa; parciales, si los partidos coaligados comparten más de la mitad de abanderados, y flexibles si sólo se incluye la cuarta parte, lo que implica que los mismos partidos unidos en torno a un grupo de candidaturas en unos distritos o entidades, pueden competir entre ellos en otros territorios durante la misma contienda.
Hasta ahora el Frente acudió al INE sólo a manifestar su intención de coaligarse y a presentar una plataforma electoral, pero aún falta un tramo institucional para concretar formalmente la eventual coalición. Los fines de esta figura legal son electorales.
Falta que los partidos desahoguen sus contiendas internas en un ambiente democrático para decantar alianzas definitivas. La pluralidad vigente ha encontrado vías para expresarse sin muros intransitables entre cada postura o visión política, y en todo caso, es la militancia o la población en general quien aprobará o no las agendas comunes y los elementos que sientan o no reflejados ahí.
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RESUMEN