Permítanme intervenir en ella.
Lo primero es que celebro no solamente el tono, sino la riqueza de la discusión. Coincido en el hecho de que aunque hay muchos ámbitos de mejora en el procedimiento, es un procedimiento cada vez más maduro.
Hago notar, por cierto, que salvo los casos de sustituciones, esta es la primera ocasión en la que estamos enfrentando como Consejo una renovación parcial de los órganos de los estados y eso le ha generado una nueva dimensión de complejidad, porque ya no se trata de comenzar de cero, sino por el contrario, de hacer eso, una renovación parcial, cuidando la continuidad, pero también, como se dice coloquialmente, la sangre nueva que es un mandato, por cierto, en la propia Constitución.
Quiero comenzar también coincidiendo con el Licenciado Horacio Duarte, tiene toda la razón, solo que éste no es un poder fáctico, éste es un poder constitucional para nombrar a los Consejeros.
La Reforma de 2014 es lo que quiso. No es algo que nosotros estemos planteando aunque coincido, entiendo el sentido de su intervención, pero yo diría que éste es un poder constitucional; el mandato de nombramiento de los Consejeros de los órganos locales, se transfirió de los Congresos Locales a este Consejo y es este Consejo el que ahora tiene que asumir la complejidad de las designaciones que, en muchos otros casos, antes ocurría, por cierto, en contextos muy opacos, eso es lo que se dijo en la reforma y sin que estuvieran abiertos al público.
La componendas se daban en los órganos en donde estaban representados todos los partidos políticos y desde la Constitución, lo que se quiso es que se transfirieran a este órgano, en donde los nombramientos, más allá de que gusten o no gusten, eso es normal, pueden ser seguidos y se sujetan a las reglas de la máxima publicidad establecidas en la Constitución.
Más aún, las reglas son reglas claras y conocidas por todos. Se sabe que quienes pasan a las entrevistas y de donde devienen los nombramientos, pasan por una criba que elimina a los peor evaluados en los exámenes; es decir, aquí la verdad es que la decisión se da entre los que pasaron esas diferentes cribas, de aptitudes y de conocimientos.
Ahora, ¿el nombramiento es complejo? Sí.
Es un nombramiento en el que participamos 11 Consejeros, todos participamos todos opinamos, todos evaluamos, pero la propia Constitución establece que hay una decisión que tiene que conformarse, además agravada, con 8 votos.
¿Se trata de los mejores?
Yo lo diría así: No me atrevería a decir que se trata de los mejores, se trata de los más idóneos y los que lograron generar los consensos que la propia Constitución establece.
Todos nos escuchamos y están eventualmente en las Listas, los que más nos convencieron; todos nos hemos convencido.
El procedimiento, que puede seguirse a través de las grabaciones y en las transmisiones directas, todos intervenimos en los cuestionamientos, todos formulamos al interior de los grupos propuestas y luego esas propuestas, muchas veces transitan y otras no.
Así se forman, pero no se lo voy a decir a ustedes, a los partidos políticos, que integran las bancadas parlamentarias; así transita la construcción de los consensos en todo órgano democrático.
¿Es total el consenso? No, desafortunadamente no. No, al menos en todos los casos, pero vuelvo a insistir: nombrar Consejeros forma parte de una de las decisiones más complicadas que la Reforma 2014 le atribuyó a este órgano.
No son los méritos individuales necesariamente, en este caso, sino también el complejo balance entre los designados y el diagnóstico de los necesarios equilibrios al interior de los OPLE los que estuvieron en juego.
La discusión que hemos tenido no solamente tiene que ver, repito, con méritos personales sino de los equilibrios de los nombramientos en su conjunto, caso por caso, estado por estado, pero también a partir de una visión de cuáles son las necesidades, las fortalezas y eventualmente, que las hay y muchas en algunos casos, debilidades de los OPLE.
Este es un nombramiento que busca incidir para que los OPLE estén en mejores condiciones, de lo que estaban, para enfrentar el desafío histórico de la elección que está en curso y esa, entiendo, que es la lógica que tiene la renovación parcial.
Se ha dicho aquí y quiero subrayarlo, que estos nombramientos no suponen cheques en blanco, ni tampoco significan, ¡cuidado!, ¿eh?, de entrada inyectar confianza en los Órganos Electorales.
La confianza en los órganos electorales no es un problema de origen, no es un problema de los nombramientos, al menos no sólo. El problema de confianza pasa precisamente por revertir eso que el Informe País señala: 72 por ciento de los mexicanos consideran que no se puede confiar en nadie fuera del circuito familiar.
Los nombramientos no van a generar en automática confianza, nos equivocaríamos si pensáramos eso.
Por eso, sobre todo porque hay una máxima en un sistema democrático, que parte de una premisa por definición relativista: nadie, en una sociedad democrática es químicamente puro, nadie; quien piense lo contrario, se equivoca, al menos no es apto, quien piense así, para desarrollar y jugar un juego democrático.
La confianza se construye y los OPLE y quienes nombremos, tendrán que construir esa confianza y se construye y tendrá que construirse caso por caso, decisión por decisión.
La construcción de la confianza les toca a ellos, a quienes nombres y a quienes integran los OPLE.
¿Qué nos toca a nosotros? Eso sí, responsabilizarnos de nuestras decisiones, observar y dar seguimiento a lo que los OPLE hacen en su ámbito de competencia y, por supuesto, llamar a cuentas a quienes violen los principios rectores de la función electoral.
Hoy tenemos un caso más adelante que implica una violación de esos principios por parte de un integrante de los OPLE. Y así vamos a estar actuando de aquí en adelante.
Bienvenido el escrutinio de la sociedad, es la sociedad la que tiene que hacer, con su ojo vigilante, ese escrutinio que permita la construcción de la confianza y también como se ha advertido aquí lo van a hacer ustedes, eso es lo gran venturoso del tema.
Hemos tenido un proceso transparente, pero la gran virtud es que las decisiones que tomen los Consejeros de los OPLE serán en sesiones públicas, su trabajo es público y por eso se sientan las bases de un escrutinio que es indispensable.
Ya lo hemos dicho aquí, autoridad electoral que sea refractaria a las críticas, autoridad electoral que se equivoca, por eso la crítica es indispensable.
Ojalá, como lo he dicho en muchas otras ocasiones, esta crítica sea tan fuerte, tan ríspida como sea necesaria, pero ojalá tan objetiva como sea posible porque es de esa crítica y de esa lógica de apertura a la misma, de donde se puede mejorar el trabajo de los Órganos Electorales, incluido el INE.
¿Cómo van a ser mejores los OPLE? A partir del contexto de exigencia que partidos y sociedad tienen que generarles.
¿Este es un voto de confianza, el que les daremos? Sí, pero es un voto de confianza, de entrada, que tiene que refrendarse día a día y, como decía, decisión tras decisión, no es un cheque en blanco.
Una última reflexión telegráfica.
Las elecciones en México se ganan en las urnas, no se ganan en las mesas del árbitro; no soy omiso respecto de la importancia de las reglas y del arbitraje como relevantes, pero no son lo que define las elecciones.
Un dato, pero se me acaba el tiempo, así que generosamente aceptaré una pregunta si alguien desea hacerla y si no me voy a segunda ronda.
El Consejero Benito Nacif desea hacerme una pregunta, que aceptó gustoso.
-(Nacif) Gracias, Consejero Presidente.
Estoy muy interesado en ese dato que usted nos prometió.
-(Presidente) Gracias, Consejero Nacif.
Un dato que no podemos obviar es un dato objetivo. Desde que se hizo la reforma 2014, desde que nombramos a los Consejeros Electorales de los OPLE, con todas las críticas e incluso hay que decirlo, equivocaciones en algunos casos que han tenido consecuencias, e incluso revocaciones de mandato por parte de este órgano, en el ámbito local se ha dado.
Es decir, en los últimos tres años se ha dado el número, el porcentaje más alto en la historia de las elecciones de nuestro país, de alternancias en el ámbito local.
No estoy diciendo que esto sea producto de la designación de los OPLES, estoy simple y sencillamente subrayando que la decisión, los resultados electorales, no están en manos del árbitro, están como deben estar, en democracia, en manos de los ciudadanos.
Y por eso, desde ahora que arrancó el proceso electoral, vale la pena hacer un énfasis en que son los ciudadanos y no los OPLE los que van a tener en sus manos el destino político del país.
Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, en el punto 1 de la Sesión Extraordinaria, en el que se aprueba la designación de las Consejeras y Consejeros Electorales del Órgano Superior de Dirección de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) de 18 Entidades Federativas
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