Muchas gracias y muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Saludo con mucho afecto, pero sobre todo, con reconocimiento a la Magistrada Presidenta, a la Magistrada Mónica Soto, a la Presidente del Instituto Nacional de las Mujeres y a mis colegas consejeras del Consejo General del Instituto Nacional Electoral.
Un saludo afectuoso a todas y todos ustedes.
Hace casi tres años, el 17 de octubre de 2014 cuando creamos este Observatorio teníamos muchas expectativas de estar generando un espacio adecuado que verdaderamente contribuyera a la reflexión informada sobre la participación de las mujeres en la política y que favoreciera la toma de decisiones que abrevie la construcción de una democracia paritaria.
Hoy debo reconocer que aunque hay mucho por hacer vamos por el camino correcto, estoy convencido de que las sesiones de este observatorio y la información con la que se nutre la página de internet del mismo están contribuyendo al debate informado sobre los aspectos estructurales, legales y políticos que influyen en las formas de participación de las mujeres en la vida pública en nuestro país.
En este periodo, hemos analizado el impacto de la reforma electoral de 2014 en la paridad de las candidaturas, cómo se integraron los órganos de representación del Estado Mexicano en ambos niveles, a nivel federal y a nivel local.
A partir de esa disposición, hemos debatido también interpretaciones innovadoras y propositivas que contribuyen a la confección de una sociedad incluyente igualitaria, y hemos reflexionado sobre diferentes instrumentos jurídicos y técnicos, así como las resoluciones sobre las resoluciones emitidas por el Tribunal Electoral que han incidido de manera relevante en el tema de la paridad.
Incluso, debemos decir que en este espacio también se han discutido los enfoques e interpretaciones que en contraparte se dieron en algunas entidades que pretendían limitar el alcance del sistema paritario dispuesto por nuestra Constitución.
En perspectiva, podría decirse que este Observatorio ha contribuido a difundir información puntual sobre la participación política de las mujeres y que ha aportado cifras y materiales para facilitar las investigaciones y el análisis que realizan personas especialistas, organismos e instituciones sobre esta materia.
Dicho de otra manera, el Observatorio ha llevado a cabo una función pedagógica sobre la evolución de las reglas del juego democrático en materia de género y sobre los aspectos que obstaculizan el desarrollo de una nación 50-50.
Sabemos que no es fácil romper con las inercias políticas, superar los estereotipos de género que se han construido durante décadas, y menos aún, modificar de la noche a la mañana las prácticas culturales que desde la vida privada, y también pública, influyen en las actitudes, en la participación de los contendientes, en la participación en las contiendas electorales, en el desarrollo profesional, político y también, en la convivencia social.
De ahí que, pese a que nos encontramos entre el grupo de países que cuentan con una legislación de avanzada en materia de paridad de género, el INEGI señala que dos de cada tres mujeres han padecido algún tipo de violencia.
Por eso es importante consolidar los espacios de colaboración institucional que, como este, hemos diseñado y modelado paso a paso a lo largo de los años para impulsar la transformación del México desigual actual, todavía, desafortunadamente, en la nación incluyente y equitativa que anhelamos y mandata nuestra Constitución.
Estoy convencido que el Observatorio para la Participación Política de las Mujeres debe consolidarse y debe seguir siendo un espacio para ratificar el compromiso con la sociedad paritaria y libre de discriminación que anhelan las instituciones que lo integramos, y que incluyo a la FEPADE, que es una de las instituciones que si formar parte del Observatorio, constituye, digamos, un aliado estratégico que además ha venido empujando y difundiendo y defendiendo a las mujeres contra la desigualdad, sobre todo en esta nueva vertiente que forma parte del nuevo estadio en la lógica de una sociedad incluyente y paritaria, es justamente el combate a la violencia política contra las mujeres.
Y por supuesto, junto con las organizaciones de la sociedad civil y de la academia que participan activamente en las sesiones de este Observatorio y que le dan vida.
Aunque lo he dicho en otras ocasiones, permítanme insistir, en que la paridad es una causa para la colaboración entre instituciones, y una causa para la configuración de sinergias entre instituciones y sociedad civil, porque la paridad sólo será alcanzable si la vemos no como un compromiso institucional nada más, sino como un compromiso de vida, de la vida cotidiana, pública pero también privada, en fin, de la vida, de la convivencia en comunidad.
El INE hoy asumirá la Presidencia y la Secretaría Técnica del Observatorio con la firme convicción de que la relevancia del trabajo conjunto de las instituciones que lo integramos y de la corresponsabilidad que el mismo observatorio ha servido o ha producido con las organizaciones de la sociedad civil, la academia y las representaciones de los partidos políticos nacionales, en fin, la totalidad de quienes lo integramos.
El Observatorio lo conformamos todos y todas, y su éxito depende del esfuerzo interinstitucional que pongamos para darle dinamismo, y que sus actividades sumen semana a semana a la consecución de nuestro objetivo de construir un México paritario, libre de violencia y discriminación entre géneros.
Asumir la Presidencia del Observatorio a 18 días de que inicie el proceso electoral más grande y complejo de nuestra vida democrática, en donde se renovará el número más alto de cargos de elección popular de la historia en un mismo momento, nos ofrece la oportunidad de hacer de este espacio el lugar idóneo para reflexionar sobre los principales desafíos y avances que se presenten en materia de igualdad de género en las 30 elecciones locales y en las tres elecciones federales que confluirán en las urnas el primero de julio de 2018.
Creo que el Observatorio además constituye un espacio privilegiado, no solamente para el diagnóstico, la generación de información, la puntualización de los problemas, el análisis y el escrutinio de las decisiones que tomemos las autoridades electorales en el proceso por venir, el trabajo que los partidos políticos tendrán que realizar en el ámbito de su vida interna para cumplir con lo que son las obligaciones constitucionales, legales y reglamentarias emitidas tanto por el Instituto Nacional Electoral como por el Tribunal Electoral a través de su jurisprudencias, sino también, un espacio privilegiado para generar eso que en la lógica dela ENCCÍVICA constituye parte de la recreación y de la convivencia democrática. Es decir, contextos de existencia.
El Observatorio tiene que servir como un espacio para generar contextos de exigencia hacia las autoridades electorales. Lo he dicho en días recientes y creo que vale la pena subrayarlo, el trabajo de las autoridades electorales necesita del acompañamiento crítico de la academia, de la sociedad, e incluso de los actores políticos.
Las autoridades electorales, permítanme Presidenta un nosotros, necesitamos de una crítica tan intensa y tan fuerte como sea necesario, pero tan objetiva como sea deseable. Porque ese contexto de exigencia es el que nos permite no solamente ser sujetos, como ocurre y debe ocurrir en democracia, un escrutinio público; sino también a mejorar y a nutrirnos de las aportaciones que nuestros críticos realizan.
Pero también es un espacio para generar un contexto de exigencia a su vez a quienes serán los protagonistas de las contiendas democráticas del próximo año, los partidos políticos y sus candidatos, para cumplir con lo que son las obligaciones legales y constitucionales en materia de paridad y de protección, si se quiere garantía a la no violencia política contra las mujeres.
En ese sentido, el Observatorio de Participación Política de las Mujeres en México adquiere una relevancia particular por dos razones:
La primera, porque debemos asumirlo como el espacio propicio, como decía, para compartir y analizar información precisar respecto a la participación política de las mujeres en las diversas etapas del proceso electoral por venir, y para conocer de viva voz por parte de las instituciones y organizaciones que lo integramos los retos y las dificultades que se presenten para hacer realidad el sistema paritario establecido en la Constitución.
Y en segundo lugar, porque me parece que el portal de Internet del Observatorio en coordinación de los observatorios locales, que el desafío que tenemos es lograr generar una sinergia entre este Observatorio y los Observatorios locales.
Aquí la lógica de la dispersión no ayuda. Tiene que haber una lógica de coordinación entre todos estos espacios, insisto, de generación de contextos de exigencia hacia nosotros autoridades y hacia los autores políticos.
Insisto, ese portal debe convertirse en una ventana privilegiada de transparencia y también de rendición de cuentas sobre los trabajos que realizamos las autoridades y los partidos para cumplir con la lógica y el principio de paridad, y especialmente para mantener informada a la ciudadanía sobre los avances en la participación política de las mujeres que se dé en este proceso electoral tan relevante para la vida política de nuestro país.
En ese sentido, deseo subrayar que la experiencia, el conocimiento especializado, el trabajo de campo y de base realizado, el activismo y la militancia de ustedes que integran este observatorio constituyen las verdaderas fortalezas del mismo.
Por ello, y creo que en esta etapa tenemos todos que ver el valor de la composición de este Observatorio como un insumo fundamental para robustecer la democracia paritaria en el contexto político en el que nos adentramos.
Concluyo reafirmando mi convicción a nombre de las y los consejeros del Instituto Nacional Electoral sobre la vocación transformadora de este Observatorio para el logro de la profundización de nuestra democracia, lo cual requiere disminuir necesariamente las desigualdades existentes.
En general hemos siempre sostenido, y estoy convencido, de que la elección es un momento igualador, el voto de todos y cada uno de nosotras y nosotros vale exactamente lo mismo, es el único momento en la vida social en el que todos somos exactamente iguales en derechos, no solamente en abstracto, sino en el ejercicio de los mismos, pero particularmente, en lo que tiene que ver con las desigualdades de género que limitan la participación de las mujeres en la vida pública, y que en conjunto con instituciones, organizaciones de la sociedad civil y de la academia y el compromiso de los partidos políticos, contribuyamos a la edificación de un México incluyente y paritario.
Pero reitero, no se trata de un asunto de buenas voluntades, creo que las buenas voluntades están plasmadas en el Observatorio en cuanto a tal en la naturaleza del Observatorio, sino que además tenemos todas y todos que generar recíprocamente esos contextos de exigencia y de rendición de cuentas que son indispensables para que una democracia funcione.
Termino, ahora sí, agradeciendo al Tribunal Electoral por el trabajo realizado a lo largo de este año, el liderazgo de la Magistrada Presidenta, Magistrada Janine Otálora, y la Magistrada Mónica Soto, de los equipos también ya mencionamos pero es deber, obligación mencionar, tanto de INMUJERES, empezando, por supuesto, por su presidenta, por Paula Soto; del Tribunal Electoral incluyo ahora a Paulina Grobet, y por supuesto del Instituto Nacional Electoral, de Mónica Maccise y su equipo; Santiago Nieto que es un ausente presente en todo caso, insisto, que es un aliado estratégico de este Observatorio.
Muchas gracias por el trabajo realizado al Tribunal Electoral, pero sobre todo, por los esfuerzos que seguramente pondremos en el año que viene.
Versión estenográfica de la participación del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova en la Cuarta Sesión Ordinaria del Observatorio de participación política de las mujeres en México, Realizado en las instalaciones de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)
-o0o-