Intervención de Lorenzo Córdova respecto de la solicitud de ejercer la facultad para implementar el conteo rápido en las elecciones para Gobernador y Jefe de Gobierno CDMX

Escrito por: INE
Tema: Actividad del Consejo

Permítame intervenir en este punto.

El presente proyecto de acuerdo está concebido para contribuir a la certeza y a la gobernabilidad del país al término de la Jornada Electoral del próximo 1° de julio.

Los conteos rápidos constituyen desde el año 2000 uno de los eslabones más relevantes para fortalecer la cadena de confianza en estas elecciones.

Para dimensionar la importancia de esta herramienta estadística en el sistema electoral mexicano, me parece que es necesario recordar lo que sucedía con los resultados electorales antes de la creación del IFE.

En la época de partido hegemónico, ante la falta de condiciones para una competencia auténtica, las elecciones, más que una oportunidad para que los ciudadanos eligieran en igualdad a sus gobernantes, eran un instrumento de legitimación y recreación del poder autoritario.

Los procesos electorales eran organizados por instancias dependientes del gobierno en turno y éste designaba a su vez a quienes integraban esos órganos y de ahí en cascada a quienes contaban los votos y a quienes daban los resultados.

Esta situación hizo crisis en el ya lejano 1988, que por cierto, perdónenme la regresión, no tiene nada que ver con lo que hoy ocurre, eso a propósito de algunas voces que recientemente llegaron a plantear sin ton ni son que estábamos igual o peor que en 88.

En 1988 el flujo de información de los resultados electorales se detuvo y al cabo de varios días cuando se difundieron los resultados oficiales y se anunció que había ganado el candidato del partido en el gobierno, ante un candidato opositor, que por primera vez en el imaginario colectivo había tenido posibilidades reales de obtener la victoria, la desconfianza se apoderó del sistema electoral.

En síntesis, la así llamada caída del sistema de cómputo de las elecciones presidenciales de ese año, fue la gota que derramó el vaso.

Los resultados de ello ustedes lo conocen, me concreto a señalar que la opacidad en el manejo de los resultados electorales derivó en la mayor crisis política del México moderno y fortaleció la idea del fraude en las contiendas, consolidando con ello la desconfianza como uno de los incentivos más poderosos para el cambio político.

Para salir de esa crisis fue necesaria una profunda reingeniería del Sistema Electoral Mexicano, una reingeniería que catapultó a nuestro país hacia la transición a la democracia.

En 1994, el manejo de los resultados electorales por parte del naciente IFE, demostró el aprendizaje de darle transparencia a los resultados de la votación y de contribuir, con información oficial, a evitar la incertidumbre que se genera la misma noche de la Jornada Electoral, fue el año en que nació el PREP, por cierto.

Para la contienda presidencial del año 2000, se conformó un Comité Técnico que determinó los criterios científicos, por primera vez y evaluó la información proporcionada por las tres empresas que se contrataron para llevar a cabo tres ejercicios de conteo rápidos simultáneos.

Esta experiencia fue de gran relevancia, ya que permitió, en 2003, a esta autoridad electoral elaborar por primera vez su propio Conteo Rápido para dar a conocer la integración de la Cámara de Diputados.

Sin embargo, en 2006 la narrativa de la transparencia en la difusión de los resultados se detuvo, aunque también se integró un Comité Técnico responsable del diseño y procesamiento de la información, es decir, de la muestra, sistematización, estimaciones, etcétera y todo el trabajo de campo y el diseño estadístico fue elaborado íntegramente por el IFE, con el apoyo de dicho Comité.

Las estimaciones no se dieron a conocer la noche de la elección, debido a acuerdos que se habían generado entre la autoridad electoral y los partidos políticos.

Esta decisión volvió a producir suspicacias entre algunos actores, sectores de la sociedad e hizo regresar en el imaginario colectivo una idea de un fraude en los resultados electorales.

De ahí que en 2012 y 2015, se haya tomado como un punto de partida no negociable, que en la misma noche de la elección se darían a conocer las estimaciones de los conteos rápidos, sin importar los rangos de votación que obtuviera en dichos ejercicios cada fuerza política.

Este aprendizaje institucional es el que orientó a las y los consejeros electorales del INE, a que en la elaboración del Reglamento de Elecciones se incluyera la obligación de realizar conteos rápidos en cada contienda en la que se dispute el cargo de titular del Poder Ejecutivo, ya sea federal o local.

En congruencia con ello, para eliminar la incertidumbre sobre la votación que previsiblemente se generará en 2018, dada la creciente competitividad de las contiendas, tanto en el ámbito federal, como en el local, este Consejo General plantea en el Proyecto de Acuerdo que está a su consideración, la forma en que se ejercerá la facultad de asunción parcial y la estandarización de los conteos rápidos en las elecciones de gobernador en Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz y Yucatán, así como en el caso de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Permítanme recordar, por cierto, que en octubre pasado este Consejo General ya asumió el Conteo Rápido de Tabasco.

Déjenme concluir, les pido, subrayando que en un contexto de alta competitividad como el que se espera el 1º de julio de 2018, la certeza en la noche de la Jornada Electoral estará vinculada al menos a tres aspectos.

Primero, evitar vacíos de información y dar a conocer las estimaciones de los rangos de votación de cada fuerza política, sin importar el margen de diferencia entre los distintos competidores.

Segundo, la claridad con la que hayamos explicado en las semanas y los meses previos a la Jornada Electoral -qué significan los rangos de votación y qué sucede si se da un eventual traslape entre una y otra fuerza política-, y tercero, en el reconocimiento de los competidores de que en los hechos sólo la autoridad electoral puede contar con un ejercicio estadístico con los índices de precisión que tendrán los conteos rápidos que realizará el INE.

Ninguna empresa, ningún partido político cuenta con la capacidad de campo para levantar en tiempo real tantos elementos de la muestra que tendrá el Conteo Rápido como lo tiene el Instituto Nacional Electoral.

Lo digo desde ahora, el 1 de julio el elemento de medición preliminar estadística de los resultados más precisos con los que contará la sociedad mexicana, es el que realizará el Instituto Nacional Electoral y eso, perdón que lo diga, es irrefutable desde el punto de vista científico y desde el punto de vista objetivo.

Reitero, el INE dará a conocer invariablemente las estimaciones de la votación en la noche de la jornada electoral y es responsabilidad de todos, de fuerzas políticas, de candidatas y candidatos, de medios de comunicación, así como de simpatizantes y militantes, hacer de las horas posteriores al cierre de las casillas el preámbulo de un México más democrático y no las primeras horas de una inestabilidad futura basada en la incertidumbre, en la desinformación y en las noticias falsas.

De ello, insisto, depende la estabilidad y el futuro del país después de esta Jornada Electoral. Está por supuesto a consideración el Proyecto de Acuerdo mencionado.

Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, en el punto 22 de la Sesión Ordinaria 22 de noviembre de 2017, respecto de la solicitud de ejercer la facultad de asunción parcial para implementar el conteo rápido en las elecciones de Gobernador en los Estados Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz y Yucatán, así como de jefe de Gobierno de la Ciudad de México, durante sus PROCESOS ELECTORALES LOCALES 2017-2018

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