Palabras de Lorenzo Córdova en la de inauguración del Foro internacional Debates electorales: El reto hacia 2018

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

 


Muchas gracias, muy buenas tardes a todas y todos, es un placer participar en esta sesión inaugural del Foro Internacional sobre Debates Electorales, que de la mano del Instituto Nacional Demócrata, el NDI a cuyo Subdirector para América Latina y el Caribe, Matt Dippell, agradezco mucho el acompañamiento y la posibilidad de tener este primer debate sobre los debates como una manera de ir preparando, abonando el terreno de lo que será la organización, esperamos novedosa de debates a cargo del Instituto Nacional Electoral, hacia la próxima elección presidencial.

Llegamos a las campañas electorales de 2018 en medio de una sociedad cambiante, cruzada por una pluralidad de medios y un creciente desapego, también, desafortunadamente, por las prácticas democráticas.

Las campañas electorales que iniciarán en unos meses en México, transcurrirán en una sociedad que está siendo transformada por la tecnología y que disfruta de una gran oferta informativa, pero que padece un amplio desencanto con la política y también con el debate democrático.

La globalización no solo diluyó la importancia de las ideologías en el debate político, sino que expandió prácticas de desapego y aislamiento entre las nuevas generaciones.

En materia electoral, la masificación de la información que ha provocado el Internet y la informática, están modificando de manera importante las estrategias electorales de los partidos políticos, así como de las y los candidatos.

Más aún, para muchos estudiosos, académicos y especialistas de los fenómenos electorales y de la comunicación política, las campañas electorales de tierra, esas con las que los candidatos acuden directamente a las comunidades, son cada vez menos importantes, puesto que consideran que la política se debate y se construye en los medios.

Algo similar sucede también, hay que decirlo, con la sociedad; las facilidades de acceso a Internet y a la informática también están modificando las prácticas de la sociedad, cada vez más personas usan las redes sociales y las computadoras como fuente de información.

De acuerdo con la más reciente encuesta nacional sobre disponibilidad y uso de tecnologías de la información en los hogares, del INEGI, en México 81 millones de personas tienen acceso a la telefonía celular y de estas el 76 por ciento, 61 millones, cuentan con un teléfono inteligente.

En el mismo sentido, 65 millones y medio de personas, el 59.5 por ciento de la población se dijo usuaria de Internet. En los hogares, el 47 por ciento tiene conexión a dicha red y, el 45.6 por ciento de los hogares cuenta con una computadora.

Los datos anteriores claramente reflejan la profunda penetración que ha tenido en los últimos años el internet y la telefonía celular en México. Sin embargo, pese a esa transformación tecnológica hoy la televisión aun representa con mucho el principal instrumento de la sociedad mexicana para comunicarse y para informarse ya que el 93 por ciento de los hogares cuenta con una televisión y para el 75 por ciento de la población es el medio de comunicación, la televisión es el más confiable para informarse de los problemas nacionales.

En síntesis, nos acercamos a las campañas electorales de 2018 en un entorno en donde, a pesar de que se han fragmentado las audiencias, la televisión sigue siendo el principal medio para que la población se entere de la competencia electoral.

Este entorno nos impone un enorme desafío para la organización de los debates entre candidatos a la presidencia que nos mandata la ley. Si queremos contribuir al derecho a la información y despertar interés en la sociedad mexicana para que se informe y conozca mejor a quienes aspiran a la Presidencia de la República, necesitamos modificar radicalmente el formato rígido que  se ha utilizado en los debates en el pasado.

No hay nadie ni en la academia, ni entre los expertos de los medios de comunicación, y aun al interior de esta autoridad electoral, que esté plenamente satisfecho con el tipo de debates que se han realizado en 1994 a 2012 a pesar de que han sido fundamentales en la escritura del cambio político que ha operado a lo largo de las últimas dos décadas.

Estos formatos se han definido conciliando las preocupaciones ante todo de los equipos de campaña, y dejando de lado, o en todo caso en un segundo plano, el eventual interés de la audiencia.

Pero de cara a los comicios de 2018 este formato de debates esperamos, así lo queremos, sea historia, los debates y de la historia se aprende para bien y para mal.

Los debates que organicemos pondrán en el centro, así lo queremos, el derecho de la información de la ciudadanía.

Lo que queremos es un formato que sea atractivo, tanto para que las y los posibles electores se interesen por ver el debate, como para quienes eventualmente desde otros países o regiones del mundo tengan interés por conocer la personalidad de quienes aspiran a gobernar en nuestro país.

Dicho de otra manera, lo que queremos es organizar un verdadero evento de contraste político que sirva para que la audiencia pueda conocer de mejor manera las ideas, las propuestas, pero también la personalidad, el pensamiento y las actitudes de quienes aspiran a la Presidencia de México.

Y para lograrlo es indispensable lograr, no sólo un formato atractivo, sino también más flexible, un formato que pueda competir no sólo con la programación personalizada que cada vez más familias pueden hacer en los múltiples esquemas de televisión, sino que genere precisamente la información de la que depende al final del día la idea del voto libre, que es un voto informado.

Es por ello que hemos convocado a expertos de los medios de comunicación, a especialistas en comunicación política, académicos y entrevistadores para que nos comparan sus experiencias en estos temas.

Nuestro propósito es definir las características de los debates que son la esencia de la democracia, hay una larga tradición del pensamiento que viene de Bobbio, bueno, viene desde la antigüedad, desde la Grecia Clásica y pasa por los clásicos de la teoría política contemporánea que cifran a la decisión democrática precisamente en el debate que antecede dicha decisión, y a las elecciones democráticas precisamente en el debate que se da de cara a la ciudadanía de las distintas propuestas y programas políticos.

Nuestro propósito es definir las características de los debates, decía, antes de que haya incluso candidatos, al menos en sus líneas generales.

Gracias a la globalización hemos atestiguado muchas veces en tiempo real los más diversos formatos de debate que se dan en otros países y que logran captar atención de la ciudadanía.

Para conocer las ventajas y desventajas de esos formatos de debate es que hemos organizado el foro que hoy inauguramos y que tiene no solamente un propósito informativo, sino también, lo digo con toda franqueza, un propósito político para que esta institución se nutra de las mejores prácticas, se nutra de las experiencias comparadas en la formulación de las líneas generales que en breve el Consejo General del Instituto aprobará para los futuros debates a la Presidencia de la República.

Estoy seguro de que en este foro tendremos experiencias y reflexiones útiles para que el INE, como decía, pueda aprobar antes de que inicien las precampañas, ese es nuestro propósito, el o los formatos de los debates televisivos a la Presidencia de la República.

En tal sentido permítanme agradecer a los Consejeros e integrantes de la Comisión de Debates el empeño puesto en sus trabajos en ese órgano del Consejo General, ya que su trabajo, sin duda, marcará un antes y un después, ese es nuestro propósito, en los debates electorales que se organizan en nuestro país.

Concluyo señalando que las y los Consejeros Electorales hemos coincido en términos generales en que se organicen tres debates de candidatos a la Presidencia, y dejo en la mesa tres características centrales de lo que quisiéramos logran con dichos debates:

Uno, que permitan a la ciudadanía conocer a las y los candidatos a la Presidencia de la República en contextos de exigencia.

Dos, que sean debates que posibiliten discutir ideas y propuestas, diagnósticos sobre los problemas que tiene el país y maneras en las que cada uno de los aspirantes a la Presidencia de la República pretenden enfrentarlos.

Y tres, que con reglas mínimas se garantice el principio de equidad y que sea también, sin embargo, un evento atractivo para la audiencia.

Estoy convencido que la multiplicación de medios de información que caracterizará a las campañas electorales de 2018 será una gran oportunidad para que la ciudadanía retransmita, desde sus propios medios, partes de los debates y que se genere así un círculo virtuoso de información política desde y por la ciudadanía.

Pero sólo será así si los debates, sin duda, satisfacen las necesidades informativas del electorado. Ese es el gran desafío y el reto que esperamos superar con el apoyo de todos quienes participan en este foro.

Muchas gracias por estar aquí.

Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello en la de inauguración del Foro internacional Debates electorales: El reto hacia 2018, realizado en el auditorio del instituto el 31 de octubre de 2017

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